Hola, antes de nada agradecer a Liliana Brando, Directora académica de Fundesem, por hacerme este regalo, gracias Liliana.
En fin, yo suelo tener palabras de sobra, tantas que a veces se me amontonan y las tengo que tirar para volver a recuperar sólo las que son presentables.
Con este vídeo de Cáritas (que por cierto, felicidades a los creadores del mismo), me quedé sin palabras, hasta tal punto que me planteé tan sólo colgar el vídeo, sin añadir nada más.
Más de 1.000 millones de personas pasan hambre en el mundo… (me sigo quedando en blanco).¿Qué pensáis, habiendo alimentos suficientes para todos y cada uno de los nosotros?
Tal vez penséis que escribo mucho sobre el tema de tomar conciencia con el ser solidarios, puede ser. No me voy a cansar nunca de hacerlo, hay causas mil para que no lo haga.
Tenéis varias opciones, según mi imaginación me dicta ahora (seguro que son más, diré las más relevantes desde mi punto de vista).
1. Echar la mirada a otro lado pensado que esto no va con vosotros; también podéis pensar que no podéis hacer nada ante un problema de tal magnitud e incluso que vuestra situación no está como para mucha colaboración…A veces, sólo a veces, siento tristeza de pertenecer al género humano, no sé si me estoy explicando bien. Otras, siento vergüenza, y perdón de corazón a quien pueda estar ofendiendo.
2. Echar la vista a otro lado porque te resulta difícil poder soportar el dolor, el olor a injusticia que embriaga a unos cuantos. Esta opción, la puedo entender, sin embargo, no te exime de prestar ayuda, ¿no crees? Perdón si el verbo eximir lo consideráis excesivo.
3. Se le puede echar valor, comenzar a hacer algo por los demás, aunque para ti sea poca cosa, aunque tú no le des valor, imagina el valor que le pueden dar otros. Por poner algo simple, piensa en la importancia que tú mismo le das a un vaso de agua, ¿qué opinas? ¿crees que para todo el mundo significa lo mismo?
4. También existen aquellos que me llegan, que me ganan, que me hacen llorar con sus experiencias, que las comparten conmigo y que gracias a ellas, me planteo cosas que antes no lo hacía. Está bien, desde mi punto de vista, el «renunciar» a cosas que nos satisfacen para darles a los demás. Seguro que si lo pruebas, te creará adicción…
En fin, para no variar siempre que escribo sobre temas de solidarias, sea la causa que sea, termino llorando. Me alegro, ¡soy humana! Ayer me decía un amigo entre risas que si sería la edad y no lo recordaba, pero que siempre había sido así, 🙂
Si a alguien no se le ocurre de qué manera puede echar una mano, que no tenga problema en contactar conmigo…yo le puedo «guiar».
Os mando un fuerte abrazo, muchas gracias por leerme y aguantarme (puede que me ponga inaguantable con estos temas), 😉
Ana.
Hola Ana,
se nota que estas viva y eso es muy importante,mis felicitaciones por tu post y por cierto no eres cansina.
¡Hola Sorita! gracias por tus palabras, muchas gracias.
Sí, estoy viva; y lo de cansina, a veces lo pienso, 😉
¡Un abrazote!