Hola, ¿qué tal estáis?
Después de ir a diferentes grandes superficies a comprar este fin de semana y ver que en ambos estaban recogiendo comida para los más desfavorecidos, y cómo no, terminar con los ojos llenos de lágrimas, decidí que hoy el post iría de la solidaridad.
Si alguien interpreta que se me saltan las lágrimas porque se acerca la navidad, está equivocado. Soy «llorona» es este aspecto siempre, navidad o no navidad. Me emociona ver cómo hay gente pidiendo comida que podría ser mi primo o algún amigo.
El otro día, parada en un semáforo, vi como un chico pedía en la entrada a un edificio, nadie le miraba, nadie. Yo no podía apartar la vista de él, hasta el punto de que se dio cuenta, me saludó con la mano y me sonrió. Imaginad, mi corazón se quedó como una lenteja de pequeño. Tuve ganas de bajar del coche, y darle, lo primero, un abrazo. Ojo, no quiero decir que no se le mirara porque se le estuviera obviando, no. Muchas veces es de la misma pena, de la impotencia, del dolor, no sabemos gestionar bien estas emociones y simplemente, miramos a otro lado.
Estas cosas siempre me emocionan, me da igual que estemos en pleno agosto que en diciembre. Creo que os he contado alguna vez que un día, saliendo de comprar, le di una pequeña bolsa con comida a un chico. Hablé un rato con él. Me dijo que había trabajado en la obra hasta que se quedó sin trabajo, con dos hijos chiquititos…
Hubo una cosa que también hizo que me emocionara, me dijo algo así » ¿sabes? cuando tenía billetes en la cartera, la gente, los amigos, no paraban de llamar a la puerta de mi casa, al teléfono; ahora me pregunto dónde están, si les da igual no sólo lo que me pase a mí, sino a mis hijos y mujer. Eso es lo que peor llevo».
Sé que para muchos de los que estáis leyendo, tal vez, la vida no os está yendo tan bien como os gustaría, lo sé. Ahora bien, un poquito cada uno, hace mucho. Lo que podáis estará más que bien, y desde aquí os animo a que lo hagáis y os lo agradezco mucho, desde ya.
Os mando un fuerte abrazo y ojalá empecéis la semana siendo todo lo solidarios posible. Gracias mil!
anaorganic 
Escribes transmitiendo gran sensibilidad. Me gustan las entradas al blog. Te he nominado al premio Liebster, aquí está el enlace, saludos desde Uruguay: http://acmepsicologiaycoaching.com/2014/12/02/premio-liebster/
¡Buenos días, Ana! muchísimas gracias por tus palabras, por tu tiempo, tu atención y tu nominación, no sabes cuánta ilusión me hace; gran forma de empezar el día: GRACIAS.
Sonará a tópico, pero quiero decirte, que lo más ilusión me ha hecho es saber que mis post los sientes con «gran sensibilidad».
Te mando un abrazo desde Alicante, España.