Bien, estoy de semi vacaciones, sin embargo, me desperté «rebelde» y decidí escribir sobre este vídeo que cayó en mis manos hace poco.
A mí, realmente, me produce tristeza, porque creo que en cierto modo, es cierto.
¿Tú te acuerdas de los ríos que te hicieron memorizar? Yo no, y tampoco de las miles de mesetas…en fin.
Creo que es verdad que hay que hacer hincapié en algunas cosas, un poco de cultura general no va mal, sin embargo:
¿Se intentaban crear personas con valores, personas felices? ¿Qué hay de eso?
He hecho coaching y trabajado en otras áreas de mi profesión donde me he encontrado con personas que a una edad adulta me han reconocido no saber quiénes son, ni dónde están, ni adónde van, ni que quieren, es decir, lo que viene siendo, que se encuentran perdidos. Lo malo: no son felices con lo que en el momento presente tienen. Lo bueno: según mi opinión, en la mayoría de los casos se puede hacer algo.
Efectivamente, nos obligaban a rezar, y según tengo entendido, la religión, sea cual sea, se basa en el amor, ¿no?
Pues bien, yo recuerdo cómo se reía de mí un profesor porque no sabía dibujar, un día incluso me rompió en mil pedazos un dibujo.
¿Es eso amor?, ¿es eso respeto?
El amor, el respeto, y el resto de valores, han de ser bidireccionales, de mí hacia ti y de ti hacia mí, aunque sea una persona mayor o mi profesor, sobre todo por ello, yo diría. Es eso de «haz lo que yo digo no lo que yo hago».
¿Os hablaron de la educación sexual? A mí, no. ¿De las drogas? Tampoco. ¿De la importancia de hacer lo que amamos, los que nos hace felices? No.
Por esto, pasan las cosas que pasan, y para no irme por las ramas, me centraré en la educación. ¿Os habéis fijado cuantas personas adultas comienzan una carrera nueva, o la primera? Quizás tenga algo que ver con lo que estoy diciendo…
Más que una fábrica de idiotas, y no le voy a discutir a Lytos que alguno/a hay, creo que es una fábrica de personas perdidas, y en muchos casos, esto nos impide ser felices. Aunque también conozco a personas que no tienen ni idea de nada, y oye, tan contentos que van por la vida sin saber quiénes son. O eso parece.
Ya existen en España algunas escuelas increíbles (modelos que vienen de otros países, claro) donde se trabaja la inteligencia emocional, los valores, donde enseñan que no pasa nada por mostrarnos tal y como somos, que no se hunde el mundo porque lloremos, y que tenemos derecho a estar tristes, enfadados, sentirnos frustrados, y sobre todo, enseñan cómo se gestionan estas emociones. Buena noticia. La mala, cuestan una pasta, y ojalá todo el mundo pudiera darle a sus hijos le educación que esté más en consonancia con su forma de sentir, de ver la vida, pero esto no siempre es posible.
Demasiados ríos y mesetas, muy poca poesía, música, arte en el sentido más amplio de la palabra. Muchas faltas de ortografía, eso lo sigo viendo.
Inglés en vena, es una vergüenza, y aquí sí lo digo sin que me tiemble el pulso, es una vergüenza que en todos los países que he viajado por Europa (por no irme a EEUU, ;)),, nos den mil patadas. Ellos dicen que hablan «a little bit» y para mí, son bilingües, lo hablan muy, muy bien.
No me hablaron del amor, ni de cómo puedo gestionar una situación de tristeza, tampoco me explicaron que está más que bien tener respeto por TODO el mundo, y en especial por los más vulnerables. En el cole tampoco me contaron cómo podría comunicarme de una manera efectiva. No, cera autoconcepto, cero autoestima, tampoco recuerdo que me hablaran de la humildad, ni de la solidaridad. Del pedir perdón tampoco (solo de poner la otra mejilla…), ni de los beneficios de ser una persona agradecida, con la vida (en general), no me dijeron que es una suerte tener para comer todos los días, y una casa, y vivir en un país que no está viviendo una guerra. Eso, en el cole, no era importante.
¿Cómo se puede explicar que en países subdesarrollados sean más felices que nosotros? Mucho para reflexionar, yo creo.
«Si me necesitas, silba. ¿Sabes silbar?» 😉
Un superabrazote y muchas gracias por vuestro tiempo.