No estaba buscando nada en concreto y, sin embargo, me he encontrado con este vídeo que he querido compartir con vosotros.
Hace poco alguien muy cercano me comentó que había pagado, junto con su ex, un viaje de vuelta a un inmigrante que vivía en la calle.
¿Qué significa esto? A mi amiga le parece que nada, para ella no tiene mucho significado en cuanto a que su vida ha continuado siendo la misma, igual algo más apretada ese mes, nada más. Bueno, parece ser que también ha cambiado su perspectiva respecto a algunas cosas.
Hace pocos días ella me contaba que cuando le contestó a un amigo: «bueno, no tiene tanta importancia», después de que éste le dijera que tiene buen corazón y que dice mucho de ella, él le contestó: «quizás para ti no tanta, pero a ese hombre le has cambiado la vida».
En realidad, en este caso, además de palabras de afecto y de sonrisas, para ser sincera, un aporte económico venía bien, porque este hombre y su mujer vivían en la calle. Daba igual que hiciera frío, fue este invierno, que lloviera o tronara, daba igual. Hacían una comida al día.
En fin…
Lo que quiero intentar decir compartiendo este vídeo y esta historia es que, a veces, no queremos asomarnos a ver qué hay ahí fuera, fuera de nuestro mundo, porque desde luego que es jodido. Y…¿sabéis lo que pienso? (perdón si ofendo a alguien), que no nos gusta asomarnos porque vemos la cruda realidad que viven muchas personas, y porque nos sentimos mezquinos (quien tenga un mínimo de sensibilidad y de conciencia social) por no hacer más de lo que sabemos que podemos hacer.
Tal vez pensemos:
¿Qué puedo hacer, tampoco le voy a cambiar la vida?:
Y tú…¿Cómo lo sabes? ¿Le has preguntado?
Ojalá haya muchas personas de las que me leéis que estéis pensado que soy una imbécil y una osada, porque sí que hacéis algo por los demás. Ojalá, me quedo con lo de imbécil encantada de la vida.
En otras ocasiones, una sonrisa puede cambiar mucho un estado mental, a lo mejor es sólo un momento, sin embargo, si esa sonrisa se repite, el nivel de autoestima puede ascender notablemente.
Si además nos tomamos un momento para interesarnos por cómo se siente esa persona, qué le ha llevado hasta allí (ojo con esta pregunta), un breve contacto físico, llevar algo de comida, no sé, en definitiva: lo que nos gustaría que hicieran con nosotros.
¿Te lo imaginas? ¿Eres capaz de empatizar? Sería muy bueno, yo la primera, siempre tengo la sensación de que no hago nada, o casi nada.
Tenéis el vídeo, un ejemplo genial que nos muestra cómo por el amor de la chica (el amor en su interior) se logran tantas cosas… puede ir a vivir con su familia, que le adoran, donde no le falta de nada, sobre todo eso, amor. Y cómo no, ese maravilloso libro de poemas que tengo que indagar para comprarlo.
Luego tenemos el caso de mi amiga. Por preguntar, sólo por preguntar: ¿dónde vives? Cuando le dijo que en la calle, según me cuenta, le sonrió, y cuando llegó a su casa estuvo llorando durante un buen rato pensando en cómo podía ser que hubiera personas que no tuvieran lo básico, un techo, comida y agua. AMOR.
No pretendo fastidiaros el día, ni mucho menos, sólo pretendo que todos entendamos que un poquito de aquí y otro de allí, pueden cambiar el mundo. Un poquito tuyo, otro mío, y así…
Desde luego que si pensamos que no podemos hacer nada y no hacemos nada, ya sabéis lo que va a ocurrir: NADA.
Hablo de amor, de paz, de empatía, de solidaridad, de preocuparnos y ocuparnos, de comunicación, de respeto, de cariño, de humildad, de valentía y de tantas y tantas cosas que no terminaría nunca. Y esto, amigos míos, tiene que ver, y mucho, con el liderazgo, el de la calle, el de ir por casa, el de nuestra vida, y el que yo creo que tiene que haber en las grandes compañías, en los directivos y no tan directivos. En todos y en cada uno de nosotros, independientemente de a qué nos dediquemos.
Me despido hoy con cierta tristeza, que se pasa enseguida.
Gracias, gracias y más gracias por estar ahí, por leerme, por vuestros comentarios públicos y/o privados.
«Si me necesitas, silba. ¿Sabes silbar?»
Un abrazote,
Ana www.organiccoaching.es
Me has hecho llorar el alma, la palabra y la vida
Pues…¿sabes una cosa? Tú a mí también me has emocionado y, quiero que sepas, que te daría un abrazo.
Me han dicho cosas muy bonitas, y siempre las agradezco, sin embargo, unas me remueven más que otras….
Te mando ese abrazo que me gustaría que fuera real, y un beso.
Muchas, muchas gracias por compartir conmigo de manera tan sincera cómo te has sentido, y por leerme, por dedicarme tu tiempo. Gracias.