Pues eso creo yo, que con la confianza mejor no jugar.
La confianza en alguien es aquello que nos mueve a un todo o a un nada. Es aquello que puede hacer que nos sintamos tranquilos ante una crítica, porque la entendamos como constructiva, o que quizás nos moleste, porque no sepamos la intención real de esa persona con esa crítica. Es decir, desde mi punto de vista, es el punto clave en este aspecto junto al respeto, huelga decirlo, creo yo.
La confianza es saber que esa persona a la que tanto queremos o apreciamos, nunca va a hacer ni decir nada que nos pueda herir con esa idea, es saber a ciencia cierta que ese secreto nunca se va a contar. Es estar tranquilos con el tema de la confidencialidad.
La confianza en alguien es saber que me van a querer siendo yo misma, gustándome las cosas que me gustan, respetando mis sueños y si es posible acompañándome en el camino hacia ellos.
La confianza se construye en más o menos tiempo, y se destruye en mucho, muchísimo menos, eso es algo que sí que lo puedo asegurar.
La confianza, como decía Teresa de Calcuta, para del conocimiento:
«Así que queréis cambiar a vuestra gente…
¿Y conocéis a vuestra gente? ¿Y les queréis? Porque si no conocéis a las personas, no habrá comprensión, y si no hay comprensión, no habrá confianza, y si no hay confianza, no habrá cambio».
Pues eso, para que haya confianza, es necesario conocer a las personas, y mi sugerencia, y perdón por la misma, es que seáis más listos que yo, cosa fácil, por cierto, y confiéis en las personas después de haberlas conocido.
La confianza, tanto en el ámbito personal como en el personal, al menos para mí, va de la mano del respeto.
Es más que importante que yo sepa que mi gente confía en mí. Es más que imprescindible que mis clientes confíen en mí. Necesito saber en todo momento que saben que que lo que nosotros hablamos se queda entre nosotros, que jamás, ni de un modo ni de otro, voy a exponer nuestras conversaciones, sus pensamientos, sus sentimientos y sus emociones, jamás.
En fin, respeto, empatía, confianza son valores que procuro que estén siempre presentes en mi día a día. También los empleo en mí misma, para recordar siempre que yo, haré todo lo posible por no fallarme.
Un fuerte abrazo y gracias por leerme.
Que seas tan feliz que no sepas si vives o sueñas.
La confianza es algo muy frágil sobre la que, bajo mi punto de vista, se apoyan el resto de sentimientos si esta falla, todo se desmorona. ¡Un abrazo, Ana!
Confianza-respeto-empatía? Qué va antes, el huevo o la gallina?
En cualquier caso, como tú, pienso que sin confianza no hay relación sana. 😉
Te mando otro abrazo!! 😉
🙂
La confianza es la base de toda relación personal con una persona, de la confianza depende que exista el respeto ya que van de la mano. Cierto todo lo que dice el post. Saludos!
Sí, no me imagino yo una relación sin confianza. Bueno, sí me la imagino y es un sufrimiento constante, creo yo. Un saludo para ti también! Feliz día!