Ética en el coaching

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Cuando hablamos de coaching, ¿de qué estamos hablando realmente?

Hablamos de una relación entre coach y cliente, basada en el respeto más absoluto, comenzando por una buena formación y por un contrato de confidencialidad.

Que está de moda el coaching no es nada nuevo, una profesión emergente a la que muchos y muchas se suben al carro. ¿Cómo? Pues poniendo la coletilla del coaching a cualquier profesión que se te ocurra.

Individuos carentes de profesionalidad y escrúpulos que, a pesar de trabajar con personas, sólo les importa el dinero y/o decir que es coach, porque mola, porque ser coach es guay…No basta con decir que soy tal o cual , hay que poder demostrarlo.

Ser coach, hacer buen coaching no es sencillo. Requiere de mucha experiencia, formación  e integridad. La experiencia y la formación se pueden ir adquiriendo, la integridad, no sé yo…

Formaciones incompletas, con profesores con poca formación y demás, nos pueden ser muy útiles para nosotros, para nuestro día a día, para nuestro crecimiento personal. Pero eso nada más, no para ser coach.

Hace poco,  unas personas con las que iba a hacer un taller formativo me decían que si yo les daba un título para que ellas pudieran ser también coaches. “No, disculpad, esto es mucho más serio, trabajamos con personas. Yo os puedo dar alguna herramienta para que tal vez, vuestro día a día mejore un poco. Nada más”.

Más de uno y más de una que conozco hubiera aprovechado la coyuntura.

Lástima, yo llevo el  código deontológico de la ICF en vena. Por cierto, las siglas ICF significan International Coaching Federation , que son los reguladores del coaching a nivel mundial.

Guardo, como no puede ser de otra manera, suma confidencialidad de lo que pasa en cada sesión, si tengo dudas, pregunto a mi mentora para asegurarme de que voy por el buen camino, y por supuesto, me he preocupado y me sigo preocupando (y ocupando) en formarme cada equis tiempo para ser mejor profesional.

Me llama la atención cómo se suben al carro profesionales de otros sectores, y de verdad, no mezclemos. Para mí, solo hay dos tipos de coaching, el personal y el ejecutivo, el resto es puro marketing.

Que se trabaje con objetivos no es suficiente para decir que estamos haciendo coaching, ni mucho menos. El coaching es más que eso.

Una de las cosas que me llaman la atención es se le llame coaching a otras cosas, coaching no es asesoría, ni mentoring ni consultoría.

En el coaching, jamás se le dice al cliente qué pensamos, qué tiene que hacer (ni de manera directa ni de manera indirecta), las preguntas que se hacen son únicamente dirigidas al interior del cliente, es ahí donde las puede encontrar. Las preguntas no llevarán la respuesta implícita.

En fin, intrusismo, falta de ética, falta de formación, mucho valor ( al tonto con iniciativa de esto le sobra) para hacer ciertas cosas sin tener en cuenta que trabajamos con personas, falta de integridad y alguna cuestión más relacionada con el ego.

Otra cuestión, subjetiva: como  bien sabéis, somos uno solo, quiero decir, que si nos pasa algo en casa, se viene al trabajo y a la inversa. No se deja en la puerta, es complicado. Lo que se intenta es gestionarlo bien para que afecte lo menos posible en el área que no corresponde, sobre todo. Por este motivo, si quieres hacer un proceso de coaching personal, te invito a que busques a algún coach con algún conocimiento de Psicología, y si es para coaching ejecutivo, viene también genial porque a veces, salen aspectos del área más personal, y se puede ir de las manos si no se tienen conocimientos y si uno se atreve a meterse en lugares donde pueda hacer más mal que bien y desde donde le puede costar salir. Ahí lo dejo.

Lo que me ha motivado escribir este post es mi deseo de que surja alguna ley que regule de una manera más estricta la profesión del coaching, a la cual le tengo el mismo respeto que a mis clientes, es decir, infinito.

Muchas gracias por vuestro tiempo, un fuerte abrazo.

Que seas tan feliz que no sepas si vives o sueñas.

Ana   www.organiccoaching.es

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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6 comentarios en “Ética en el coaching

  1. Hola Ana, comparto enteramente tu opinión y los hechos que relatas son el pan de cada día de lo que nos dedicamos a esta profesión. Personalmente, estoy cansada de ver la palabra Coaching por todos lados y en cualquier actividad y más cansada estoy todavía de la gente que se hace llamar Coach cuando lo único que hacen es dar espectáculo y jugar con las esperanzas de la gente a través de frases motivadoras sacadas todas de la misma página web…

    Hace unos días escribí un artículo en la misma línea que el que acabas de escribir tú por una experiencia que me paso un tanto desagradable. Estoy segura que poco a poco y sacando a relucir las verdaderas bondades del Coaching como profesión y no como moda podremos «salvar» la imagen de esta maravillosa disciplina.

    Respecto a los conocimientos en Psicología, estoy totalmente de acuerdo contigo.

    Muy buen artículo, enhorabuena
    Eva

    • Hola Eva, antes de nada, muchas gracias por tus palabras.

      Parece que es un tema medio tabú, nos dedicamos a esta profesión tan increíble y una creencia mía (imagínate, ;)) era que si escribía sobre esto parecería una persona como con «mal rollo»…

      Pues por eso me atreví, para salir de una vez de mi zona de confort en lo que a este tema se refiere y mostrar cómo me siento.
      Lo que has dicho de «jugar con las esperanzas de la gente» creéme que me ha puesto la piel de gallina, ya que me da mucha pena el ver cómo hay personas que se «atreven» a hacer «coaching» sin tener en cuenta la persona, sus ilusiones, sus expectativas, su dinero, su esfuerzo, en fin, y les dan cosejos y ale, eso es coaching. No, eso no es coaching.
      Otro tema que me preocupa es que hay personas que salen de una escuela y sin ningún tipo de examen, se ponen a hacer coaching.
      ¿Estamos locos? ¡Trabajamos con personas, por favor!

      Y lo de la Psicología, pues claro, quien no tiene formación dice que no importa y los que sí tenemos, que sí. Ojo, yo no digo que sea importante porque la tenga, es al revés, la tengo porque la considero importante. Y lo que me queda, vaya.

      Voy ya mismo a leer tu artículo que seguro que es genial.
      Gracias de nuevo por tus palabras, un abrazote.

      Ana

      • Sí, lo acabo de leer y me encanta, ya te estoy siguiendo!!!

        Confío, al igual que tú, que con el tiempo se pueda controlar un poco más este asunto y los que se dicen llamar coaches se llamen como lo que sean: peluqueros, estilistas, dietistas, deportistas, profesores, consultores, asesorores, mentores, directores, y ese largo etcétera que tan bien conocemos, 😉

        Feliz día!! abrazos!

  2. Buena entrada, Ana. Cada vez hay más coach con formaciones «dudosas». No es la primera vez que alguien me dice «yo también soy coach» y cuando indagas resulta que hicieron el curso «un fin de semana» o bien contestan «soy autodidacta» La formación reglada, la supervisión y un ejercicio continuo de honestidad es el único camino para esta grandísima profesión. Un abrazo Ana!!!!

    • Hola, Luis. Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado la entrada, y que lo hayas compartido conmigo, una pasada, ¡gracias!4

      Bueno, para mí, cuando se trabaja con personas, es fundamental tener una formación adaptada a la importancia de las mismas, en mi caso, siempre siento que me queda más por aprender.
      Los cursos de los que hablas, desde mi humilde opinión, están genial para adquirir herramientas que nos ayuden en NUESTRO desarrollo personal, sin embargo, con los demás…son palabras mayores.

      Un abrazote, gracias por tu tiempo.

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