Querido «trabajo duro»

Yo también, por circunstancias que no vienen al caso, solía odiarte. Me gustaba refugiarme en un «estoy mal, no puedo». Hasta que un día, hice un esfuerzo. No obtuve grandes resultados. Sin embargo, cuando me acosté, sentí que había dado un gran paso, que de verdad lo había intentado.

Cuando me levanté al día siguiente, hice un poco más que el día anterior, y la verdad, tampoco noté mucho cambio. Y así sucesivamente. De repente, echo la vista atrás, y pienso: «Pues ha merecido la pena».

Para seros sincera, después de un tiempo  de mi «resurrección», siento que estoy al principio de camino, tanto por hacer, tanto por aprender. Una vez que uno entra en movimiento, todo a nuestro alrededor comienza igualmente a moverse. Aquella frase que ya he comentado en alguna ocasión de «nada cambia si tú no cambias» Cierto, el cambio ha de empezar por nosotros, y para que nosotros comencemos a movernos, debemos de cambiar de actitud, y para que esto ocurra, hemos de cambiar nuestros pensamientos, e intentar sustituir nuestras creencias limitantes por otras que sean potenciadoras. Sustituyamos el «no puedo» por un «puedo, esforzándome un montón, pero sí que puedo, seguro que lo lograré»

«Asustado de fallar» dice el chico del vídeo, eso es bastante típico, y entonces, ¿qué ocurre? pues eso, que no hago nada. La pregunta que yo te lanzo es esta: «¿Qué es lo mejor que puede pasar?», «¿Y lo peor?» Sí, lo sé, son dos, 😉

También me ocurría  que cuando me hablaban de que para lograr las cosas hace falta mucho esfuerzo, yo lo sentía como un  «bla, bla, bla», y me inventaba mil excusas para evitar esas conversaciones, todo lo contrario de lo que hay que hacer, yo creo.

Si nos rodeamos de gente potente, con ambiciones, capaces de dejar a un lado los miedos y tener el valor de seguir sus sueños… Mira, pruébalo, hazlo, las emociones son contagiosas, ya lo sabes, y al final, acabarás haciendo lo mismo. Por eso yo sigo viendo uno y mil vídeos que hablen de felicidad, de intregridad, de gente auténtica, de amor, de respeto y de humor, de motivación, para que tenerlo siempre en mente. Por eso yo me quiero rodear de gente positiva, con ganas, con ilusión, con humor a ser posible.

El otro día hablaba con una persona sobre lo fácil o no de entrar en el mercado de Alicante, donde vivo, con el tema del coaching. ¿La verdad? Está jodido, somos ya muchos, y me atrevo a decir que demasiados, demasiadas personas que se cuelgan la etiqueta de coach con una formación de un finde. Y eso me da más fuerzas todavía, para ser mejor, para seguir estudiando, para seguir relacionándome con gente que a ser posible, sepa lo mismo o mucho más que yo, para aprender, sin miedos y sin complejos, desde la más absoluta apertura y humildad. Por eso yo te invito a que busques personas que te puedan aportar conocimientos de eso que amas; y formas diferentes de ver la vida,  de lo que sea  que te apasiona, y que te fijes en cómo lo hacen y cómo lo han hecho, e intentes seguir sus pasos, tú también, lento pero seguro, con pasos firmes, atento a todo. No olvides nunca esta palabra: humildad. Al menos yo eso intento.

Al hilo justo de lo que dice el vídeo, ¿yo, abandonar? No lo voy a hacer, esto es mi pasión, busca la tuya, no te rindas, si ves que no te puedes dormir a las 5h porque no paras de pensar en todo lo que tienes que hacer, levántate y hazlo, en serio, la sensación de que estás haciendo lo correcto va a ser increíble, muy satisfactoria, el sueño ya lo recuperarás.

Nunca, nunca abandones algo que de verdad sea aquello que hace que te brillen los ojos cuando hablas, que incluso te tiemblen la voz o las manos, o incluso que se te salten las lágrimas. A mí me pasa, no me da vergüenza decirlo.

Sí, yo también soy una cazadora de sueños, tardé tanto tiempo en descubrir el mío, como  el tiempo que tardé en leer el primer artículo de coaching, y fue un  amor a primera vista, al menos por mi parte. 😉

Te sugiero, si me permites, que como he dicho antes, sigas los pasos de aquellos que sean tus referentes, eso sí, nunca pierdas tu esencia, tú eres tú, y si intentas imitar a alguien hasta en lo más profundo, copiando sus gestos, sus frases y demás, dejarás de ser tú, y no se percibirá auténtico. Yo, digo palabrotas, qué le voy a hacer, tengo un sentido del humor que a algunos les parecerá de ser un poco inmadura, ok, lo respeto mucho. Sin embargo, me quedo con las risas que saco, con las que me sacan, con sentirme en paz y en armonía cuando hablo, y a sabiendas de que estoy siendo yo, Ana.

Dale a tope al trabajo duro, no sin antes cerciorarte de cuál es tu sueño de verdad, ve a por él, sé auténtico, intenta hacer lo que  aquellos a los que admiras, han hecho para triunfar, no caigas en la imitación total y absoluta, eres genial, así es que, dale duro y casi seguro que lo vas a conseguir. Otra palabra que no se nos puede olvidar, paciencia.

Hoy me quedo con trabajo duro, sueños identificados, humildad, alto nivel de exigencia, autenticidad, paciencia y como siempre, pasión, my favorite word. 

Mil, millones de gracias por seguir leyéndome, dedicándome un ratito (a veces mucho, lo sé, jajajaj) de vuestro valioso tiempo. Un abrazote, 😉

 

Ana     (www.organiccoaching.es)

 

Anuncio publicitario

3 comentarios en “Querido «trabajo duro»

  1. Me encanta como escribes, todo es tan cierto. Perseverancia y constancia es lo esencial en muchos aspectos de nuestra vida y no rendirnos ni dejar que otras personas lo hagan por nosotros. Saludos 🙂

  2. Me encanta re-leer esta magnífica entrada, necesaria (…) A veces, la perspectiva cambia sin darte cuenta; dando paso a ese tren qué tanto se espera. Hay que actuar… más.

    Ser consciente, es uno de los más arduos ‘trabajos’… 😉 ¡Besos!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s