Necesidad de contacto, algo que tenemos todos los seres humanos en mayor o menor medida. Basta estar atentos para saber qué necesidad tiene cada uno, irá en función de lo que nos esté demandando. A veces no se pide amor con forma de amor. En ocasiones, por cierto pudor, escondemos esa necesidad con algunas peticiones más triviales. Cuando estas peticiones se repiten, yo diría que puede ser una señal de que esa persona necesita algo más que contarme cómo le ha ido hoy en el trabajo. Me refiero al amor en todos los niveles, pareja, hijos, amigos, familia, compañeros de trabajo, etc.
Para mí, una de las claves del amor, por no decir LA CLAVE, es la conexión. Me refiero a la conexión existente en todos los niveles, tanto físico como no. Ese piel con piel que logra ponernos la carne de gallina, ese abrazo caluroso, esa mirada, esas palabras, ese pensamiento que ocurre al mismo tiempo con la otra persona y que inevitablemente provoca risas. A eso me refiero con conexión, a todos los niveles, e insisto, hablo no solo de nuestras parejas, el abrazo de un niño, para mí, es super especial.
Lo que más me suele afectar en los que a este tema se refiere, es cuando una persona con pareja, por ejemplo, me dice que se siente sola. En esos momentos es cuando, después de una conversación, empiezan a salir los temas que verdaderamente importan: ¿Qué pasa? ¿cómo pasa? ¿desde cuándo pasa? ¿con quién exactamente pasa? ¿qué realmente quieres que pase?
Podría darse el caso, y en muchas ocasiones se da, que cuando una relación empieza, ambas partes tienen los mismo sueños, las misma motivaciones, las misma aficiones, y en definitiva, un montón de puntos en común que les unen. Con el paso del tiempo, a veces esto sigue igual, otras va en aumento, y en otras, desgraciadamente, ya no ocurre. ¿Qué pasó? Sencillo y duro a la vez, ya no conectamos, ya no hay temas en común que compartir, hay que hacer esfuerzos por intentar disfrutar el tiempo juntos porque a cada uno le apetecería estar haciendo otra cosa. Ese es el punto de inflexión, creo yo, ese es el momento en el que con mucho valor, respeto y sinceridad, hacerse una de las preguntas más importantes: «¿Para qué?
Después de la respuesta a esta pregunta, hay que tomar decisiones, o bien para intentar luchar y reactivar esa conexión inicial buscando nuevas vías, nuevos caminos para recorrer juntos; o bien, la despedida.
Espero que todos los que queráis tener pareja, o la tengáis o la encontréis en breve. Los que no queráis, pues perfecto también, es otra elección.
Gracias por leerme, buen finde y gracias también a todos los que confiáis en mi para acompañaros en el camino.
Pd. Que seas tan feliz que no sepas si vives o sueñas.
Un abrazo,
Ana. http://www.organiccoaching.es