Hola, ¿qué tal estáis?
Hoy escribo para explicar un poco lo que me ocurrió el martes de la semana pasada.
Gracias a Cande, Sofía Y Virtu, tuve la oportunidad de impartir un taller con diferentes dinámicas con afectados y/o familiares.
Se me amontonan las imágenes y las palabras, a ver si le pongo orden.
Lo primero que me impactó que no me esperaba (desde la asociación, por temas de confidencialidad, no me habían dicho nada de ninguna persona) fue una mujer con su yerno. Esta señora no podía dejar de llorar porque su hija ha fallecido hace unos meses; los ojos de su yerno, trasmitían a la vez paz, amor, tristeza, tengo que seguir para adelante. Fuerza.
Muy difícil para mí esa situación, que ya viví hace unos años con unos amigos y que me pasó lo mismo, ¿qué se le dice a una mujer que llora y llora porque su hij@ se ha ido? Desde mi punto de vista, nada. O al menos yo no sé decir nada, simplemente puedo escuchar y si la situación lo permite, abrazar.
El cambio a nivel emocional que se produjo con esta señora me pareció genial. Poco a poco empezaba a participar, se involucró, jugó, y hasta se rió como una niña pequeña. Un lujazo!
Me llevo un poco de tod@s, los ojos de una y uno, el enfado con el mundo de otra, la fortaleza y positividad ante la marcha reciente de su hija de otra, en fin, ha sido toda una lección.
Una chica de unos 40 años más o menos, me decía que a ella le encantaría tener pechos, como fueran, pero pechos al fin y al cabo. Os aseguro que lo dijo con una sonrisa que iluminaba toda la sala. Pechos, los dos, fijaos qué valiente, admirable.
Todas tenían algo en común, y para mí la palabra es lucha, lucha por vivir, por seguir adelante, por seguir adelante lo mejor posible, porque es la mejor opción, levantarse y pensar que un día más es mucho…pura vida, vamos!
Pues desde aquí, una y mil veces, agradecer a tod@s lo que me ofrecisteis vuestra confianza, a aquellos que me dijisteis que os marcharíais enseguida y aguantasteis hasta el final (campeones).
Sinceridad, amabilidad, ternura, lucha incansable, fortaleza, amor, respeto y mil cosas más es lo que me encontré. Repetimos cuando queráis.
Gracias a Sofía por sacarme de algún momentillo inesperado, a Virtu por tu cariño, y a Cande por dar luz verde al proyecto.
Pura implicación es lo que he podido ver que hay en ellas, y cuando hay implicación es porque hay amor en lo que se hace, y ¿qué más se puede pedir?
Gracias por leerme, un abrazo!
Ana.
anaorganic 