Hola, ¿qué tal estáis?
He visto este vídeo que me ha gustado, y he pensado, que a pesar de lo obvio del asunto, tal vez os pueda resultar interesante.
A veces surgen conflictos que nos hacen permanecer en un estado negativo más tiempo de lo que nos gustaría, (podemos sentir enfado, impotencia, inferioridad, frustración), porque aquello por lo que estamos luchando no sale de la manera que queremos.
Este ejemplo me ha gustado mucho. Cuando ocurren discrepancias entre personas, quizás la solución sea mucho más fácil de lo que en principio pueda parecer, nos vamos de nuevo a la clave: la comunicación.
Puede darse el caso, como en el ejemplo de la naranja, en que dos o más personas, queramos lograr algo, lo mismo, y a ser posible al mismo tiempo.
Sin embargo, si preguntamos y preguntamos hasta ir al fondo de la cuestión, seguramente encontraremos una solución que sea satisfactoria para los todos interesados.
Puede ocurrir, que cuando encontremos dicha solución, haya que hacer algún esfuerzo; en el caso de la naranja, es simplemente algo de tiempo. Primero uno exprime el zumo y después el otro aprovecha la cáscara de la naranja, o a la inversa.
Con esto, no se descubre nada nuevo, es evidente, y sin embargo, sí nos «recuerda» que si nos paramos a reflexionar, nos comunicamos adecuadamente y somos un poco flexibles, es bastante probable que vayamos a encontrar un camino que nos lleve al objetivo que queremos lograr.
Pronto cambiaré algunas cosillas de la web. Mientras tanto, sigo igual en:
Muchísimas gracias por vuestra atención y feliz semana!
Ana.
interesante y sencillo..sólo hay que preguntar y escuchar; ¡pero hay que ver como nos cuesta!
Hola! Qué tal Juani?
Sí, tan fácil tan difícil.
La cuestión es preguntarnos qué nos impide hacer las preguntas que queremos.
A veces son inseguridades, miedos, etc.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Ana.
Por cierto Juani, estoy de acuerdo en que a veces es complicado, por supuesto.
Escuchar, preguntar, escuchar, preguntar…