Hola! Tal y como comenté en el post anterior, continúo con el tema del respeto.
Hablo primero de la importancia de este concepto en el coaching y luego, en general.
Es fundamental que el coach trate al cliente con total respeto y dignidad, se tratarán ambos de igual a igual, independientemente de cual sea la cuestión a tratar, el puesto de trabajo que desempeñe el cliente dentro de una organización, y la situación o el contexto, el coach y el cliente, parten del mismo punto, es decir, están en el mismo nivel. Nadie tiene nada que enseñar a nadie.
Se ha de tener cuidado de no imponer o traspasar valores o creencias, incluso puntos de vista. El protagonista es el cliente, esto no hay que olvidarlo. Esto a veces puede ocurrir de manera inconsciente, pero vamos, en el coaching que me han enseñado a mí, está prohibidísimo.
El respeto es un tema del que se podría estar hablando durante horas y horas, desde mi punto de vista.
En ocasiones pensamos que el respeto es sólo de mí hacia afuera, a los otros, o de los otros hacia mí. Eso son dos partes, falta una,la de mí hacia mí. ¿Cómo uno se da cuenta de que no está teniendo respeto hacia los demás?, pues creo que esto es relativamente sencillo, ya que al final, si esto se repite, lo más normal es que se le dé un toque de atención a esta persona. Si ves que una persona tiembla cada vez que te pones delante, tal vez sea una señal… ;).
La cuestión es, ¿cómo sé yo que los demás no me respetan y por ende yo no tengo sufienciente respeto por mí mismo? Ok, pues yo pienso que son varias cosas las que nos pueden hacer saltar la voz de alarma:
-si me siento triste, enfadado, frustrado, etc, porque paso por actitudes de los demás hacia mí y que se repiten constantemente, que no me gustan, que pienso que no las merezco, y no hago nada: ahí no me estoy respetando.
-este punto anterior me lleva a esto: poner límites. Hay que tener el valor suficiente para decir: «no, así no». También me refiero a poner límites a uno mismo, quiero decir, que si actúo insistentemente de un modo u otro, y no siento que eso esté siendo beneficioso para mi dignidad, pues tendré que decirme a mí mismo:»no, esto se ha acabado, este no es el camino».
Esto se observa de manera clara en mujeres con problemas de violencia de género, adicciones, y cualquier tipo de personas que se sientan agredidas, no sólo físicamente, psicológicamente también; tanto por los demás como por ellos mismos.
-cuando hacemos todo lo anterior, tenemos que ser conscientes, que nuestros actos de respeto (tanto los que pedimos a los demás como los que nos autoimponemos), van a tener consecuencias. Si algo lleva siendo de un modo desde hace mucho tiempo y de pronto digo: «no me gusta», supongo que entenderéis que lo más frecuente es que la otra persona se extrañe o incluso enfade, no entienda, etc.
¿Cómo voy a gestionar las emociones que vengan?¿cómo me voy a sentir?
A veces, nos puede dar tanto miedo el «ponernos en nuestro sitio», porque podemos intuir qué es lo que va a ocurrir, y prefiramos seguir en nuestra zona de confort, a pesar de todo aquello que me hace sentir mal, y que recuerdo, es y será mi responsabilidad.
La pregunta que se me ocurre es: «¿qué ganas si te callas? ¿y si hablas?
El respeto es fundamental en la vida de las personas, por eso en el coaching se lleva al extremo; pero en el trabajo o en la vida personal, siento que es lo mismo.
Respeta-te!
Nota: el post anterior y lo referente al principio de este, está basado en el libro: Coaching con PNL. (Joseph O’connor y Andrea Lages)
Un abrazo y gracias!!